![]() |
Image Creator Bing |
El pueblo entero se preparó
para recibir a su ídolo. Las calles se llenaron de carteles, banderas y globos
con la imagen de Shakira. Eduardo Sanabria mandó a adornar al Restaurante “Embajador”
para invitar a Shakira a un mote de queso rociado con asiento de chicharrón. Las
tiendas vendían pelucas y atuendos similares a los de la estrella del pop, existían
delegaciones de los profesores con sus representantes Jaider de Ávila y Richar
Montes, los pintores estaban abanderados por Pedro Hernández, los precandidatos a
la alcaldía aprovechando la multitud se les hacía la boca agua por la algarabía que despertaba esa avalancha de personas entusiasmadas, Julio Kiko
Kiko tenía preparado su corcel para ser el primero en el desfile y poder
demostrar sus habilidades de jinete ante Shakira, todos miraban con manifiesta envidia a Freddy Luna que estaba organizando a las cheerleader llamadas "las Tanguitas Rojas" y las demás personas en sus
casas practicaban sus movimientos de caderas frente al espejo para estar
listos.
Finalmente, el día llegó y la plaza
central estaba abarrotada de fanáticos ansiosos. Las autoridades civiles, militares y esclesiásticas con sus banderas y sus comitivas presidían el magno evento. El presentador del espectáculo
Arnulfo Sierra Cueto “El Pilo” dio la seña, el tres veces rey de la piquería vallenata Julio Cárdenas dedicó un hermoso verso de bienvenida, la música empezó a sonar y todos
levantaron la vista hacia el escenario principal. Pero en lugar de Shakira,
apareció ¡Shakiro, un imitador muy peculiar!
Lucía un traje brillante y su peluca rubia se movía de un lado a otro con cada paso. ¡Parecía una versión divertida y exagerada de la verdadera Shakira! La multitud estaba desconcertada al principio, pero pronto se desató la risa y los aplausos. Shakiro, sin inmutarse, comenzó a cantar y bailar al ritmo de los éxitos más famosos de Shakira. Su voz, aunque no era igual a la de la cantante original, tenía un tono cómico y una forma única de pronunciar las palabras. La gente no pudo evitar reír y disfrutar de la actuación de este personaje.
Pero lo más gracioso sucedió cuando decidió invitar a algunos voluntarios al escenario. Uno por uno, subieron fanáticos emocionados que imitaron los movimientos de Shakira con torpeza y exageración. Algunos trataban de mover sus caderas como lo haría Shakira, pero terminaban tropezando y cayendo al suelo.
![]() |
Image Creator Bing |
El día continuó con juegos y concursos divertidos, donde todos intentaban imitar los movimientos únicos de Shakira. El pueblo demostró que no importa cuán talentosos o graciosos sean, lo importante es disfrutar de la música y la risa en comunidad.
Cuando llegó el momento de despedirse, Shakiro agradeció a todos por su calurosa bienvenida y les recordó que lo más importante es divertirse y no tener miedo de ser uno mismo. La gente se despidió con risas y abrazos, sabiendo que habían vivido un día inolvidable. El pueblo de El Carmen de Bolívar nunca olvidaría ese día tan especial, en el que Shakiro les hizo reír y disfrutar como nunca antes. Y aunque la verdadera Shakira no había estado allí, todos sabían que habían experimentado algo único y memorable. Se había ganado un lugar especial en sus corazones como el imitador más divertido y carismático.
A partir de ese día,
cada vez que alguien mencionaba a Shakira en El Carmen de Bolívar, todos
recordaban la visita de Shakiro y sonreían. Incluso comenzaron a organizar
festivales y concursos de imitadores, donde la comunidad se reunía para
celebrar la música y el buen humor.
Excelente relato, muy bueno para promover la lectura.
ResponderEliminar