domingo, 20 de agosto de 2023

LA LLEGADA DEL GANADO CEBÚ A ZAMBRANO, BOLÍVAR

Toro reproductor "Palomo" en Jesús del Río, Zambrano, Bolívar. 1914  
El municipio de Zambrano ocupó un lugar trascendental en la historia colombiana debido a su doble rol como puerto crucial para la exportación del tabaco sembrado en toda la costa hacia Hamburgo (A partir del 1863 esta zona se convirtió en la primera región exportadora de tabaco de Colombia, Banrepública 2019) y también como escenario donde se introdujo por primera vez el ganado Cebú en el país. Sin embargo, su papel se amplió aún más al ser el lugar donde se inició la “cebuización”, comenzó el cruce con ganado criollo y se difundió rápidamente la nueva raza entre ganaderos de diversas regiones.

Adolf Held en 1889
A comienzos del pujante siglo XX en el año de 1913, desembarcaron en la imponente hacienda Jesús del Río, en todo el corazón de Zambrano, Bolívar, el primer ejemplar de la extraordinaria raza Cebú, un toro reproductor llamado “Palomo”. Esta criatura llegó a nuestras tierras transportada desde la India por el señor Adolfo Held, un virtuoso y exitoso empresario alemán, cuya maestría en el arte del tabaco lo condujo a las costas colombianas allá por el lejano 1880, quien había hecho negocios para el efecto, con los propietarios del Jardín Zoológico de Hamburgo y quienes lo conectaron con los ganaderos hindúes.

Pero la trama de esta historia de esta empresa no se detiene aquí, pues en el año de 1927, procedentes de las extensas praderas ganaderas de Brasil, aterrizaron en estas tierras cuatro vacas imponentes de la mítica raza Nelore, en su pureza más exquisita. En este momento mismo, la chispa del asombroso emprendimiento se encendió, dando inicio a un hato que, para desconcierto y admiración de todos, llegó a albergar, hacia el año de 1956, ¡Ni más ni menos que una impresionante cantidad de más de 15 mil cabezas de ganado!, incluyendo tanto los distinguidos ejemplares de pura sangre como los mestizos que deambulaban por este sagrado suelo colombiano.

Antes de la llegada del Cebú a la tierra colombiana, las razas criollas de origen europeo, traídas por los españoles en el lejano siglo XIII, dominaban el paisaje. No obstante, ante la magnificencia demostrada por el ganado Cebú y la abrumadora influencia que sus cruces con el ganado autóctono ejercieron sobre los ganaderos, se alcanzó una asimilación prácticamente de un mayor porcentaje de las razas criollas de ganado. (Según Guzmán, J.E. (1973), para ese año un tercio de todo el ganado del mundo era cebuino). Esta situacion obligó al gobierno colombiano, establecer granjas dedicadas al cuidado y preservación de estas razas en peligro de extinción.

La entrada del ganado Cebú en los suelos colombianos desencadenó un fuerte impacto de dimensiones realmente significativas, transformando de manera apasionante el paisaje de la producción en nuestra nación agropecuaria. El Cebú rápidamente se adaptó a las condiciones climáticas y de pastoreo de manera excepcional, lo que dio paso a un incremento palpable en la productividad y lucratividad de la ganadería. En nuestros días, se puede estimar que más del 95% del ganado nacional lleva en sus venas, en alguna medida, la esencia del Cebú.

Publicación en el periódico "Ecos del Carmen" 

La llegada de esta preciada raza bovina al municipio de Zambrano, auspiciada por los alemanes en Colombia, marcó el inicio de una era nueva e inspiradora en la ganadería de la nación. Esta introducción de nuevas cepas ganaderas contribuyó al enriquecimiento genético y al perfeccionamiento de la calidad y productividad del ganado colombiano (tomado de Stefania Gallini, 2005).

En el auge de la “europeización” del ganado en Colombia, se rememora que fue el general Joaquín Reyes Camacho quien, en 1887, adquirió un ejemplar de la raza inglesa Devon en Inglaterra (Peñuela, 1909: 248). Por otro lado, José A. Benett se erigió como precursor de la raza inglesa Durhman, importando el primer toro reproductor entre 1849 y 1950 (Ortiz Williamson, 1914). A su vez, el ganadero Enrique París trajo los primeros ejemplares de bovinos Hereford, una raza que para 1937 el Ministerio de Agricultura colombiano reportaba su casi extinción.

No obstante, Julio Barriga sería el pionero de la raza Normanda, importando reproductores desde Francia en 1877 (Angarita Quintana, 1997: 6). Para el año 1889 el general Pedro Nel Ospina y la sociedad Ospina Hermanos de Medellín introducirían los primeros ejemplares de la raza escocesa Aberdeen-Angus, seguidos por la raza Ayrshire en 1910 (Gómez Picón, 1976; Fedegan, 2003: 18). La raza suiza Holstein-Fresian, tan apreciada en el ámbito de la producción lechera, comenzó en Antioquia en el año 1883 (Patiño, 1963).

A diferencia de numerosos relatos históricos, la trayectoria del Cebú encuentra su contexto en su incorporación como animal destinado al transporte y labores. A mediados del siglo XIX, esta raza fue introducida en Jamaica desde la India por los plantadores británicos de caña. Durante ese mismo período, diversas variaciones de Cebú llegaron a Estados Unidos, agrupadas bajo el término global de Brahman. (1). En Colombia (Pinzón Martínez, 1984:187), Carlos Eder inició la era del Cebú en 1901, importando un toro desde Madagascar con el propósito de cruzarlo con criollos para obtener animales de carga robustos en la hacienda azucarera La Manuelita, en el Valle del Cauca.

Pero ese éxito del “Bos indicus”, se convirtió en nefastas preocupaciones que pronto tomaron forma en obstáculos legales. (Stefania Gallini, 2005). En 1917, la Revista Nacional de Agricultura, portavoz influyente de la SAC (Sociedad de Agricultores de Colombia) y voz autorizada en el novedoso Ministerio de Agricultura y Comercio, retomó las críticas severas de la destacada revista ganadera brasileña A Estancia. Se afirmaba que el Cebú era "una forma primitiva de animal que nunca pasó por los procesos racionales de crianza empleados por la zootecnia".

LA GRAN PREGUNTA

¿Por qué toda la riqueza que se generó, tanto en el cultivo, la exportación de tabacos como de las extensas ganaderías en los pueblos de El Carmen, San Jacinto, San Juan, Ovejas, Zambrano, Plato, entre otros, además de las industrias y el comercio generado, no se tradujo en tributos que posteriormente se convirtieran en obras de servicios básicos que mejoraran la calidad de vida de estas poblaciones?  


(1) Según Mason (1973), Brahman es un nombre “muy inapropiado, ya que se aplica en la India a los toros sagrados brahmini, que a su vez toman su nombre de la casta más alta de la India”.

  • OEDING ARROYO, G., Zambrano, cuna del cebú, Cartagena, 1989.
  • EL CEBÚ (Colombia) “Jesús del Río, parte de nuestra historia ganadera” Vol. 1, No. 1, 1952, pp. 12-15.
  • GALLINI, Stefania.: “El Atila del Ganges en la Ganadería Colombiana”. No. 22. Abril 2005. Universidad Central – Colombia.
  • FEDEGAN, “Breve historia de la ganadería colombiana: Desde sus orígenes hasta 1963”, en: Carta Fedegan, No. 83, 2003.
  • MEISEL ROCA, A. e Viloria de la Hoz, J., “Los alemanes en el Caribe colombiano: el caso de Adolfo Held, 1880-1927”, en: Cuadernos de historia económica y empresarial, Vol. 1, agosto 1999.
  • POSADA CARBÓ, E., “La ganadería en la Costa Atlántica colombiana, 1870- 1950”, en: Coyuntura económica, Vol.18, No. 3, 1988.

miércoles, 16 de agosto de 2023

LA IGLESIA DE SAN PABLO EN EL MUNICIPIO DE PEDRAZA, MAGDALENA


En el pueblo de Pedraza en el departamento del Magdalena, anidado en el regazo de la naturaleza y custodiado por la serenidad del tiempo y del Río Magdalena, se erige la iglesia de San Pablo. Este lugar sagrado, donde las paredes han absorbido muchos años de oraciones y susurros de devoción, sirve como un faro de esperanza y un refugio espiritual para quienes buscan consuelo y alegría. Con sus grandes paredes que cuentan historias de tiempos pasados, se presenta como un santuario que une lo divino y lo humano. Sus arcos ojivales cuidadosamente elaborados crean una atmósfera que trasciende lo terrenal, invitando a los corazones a elevarse y a encontrar paz en su interior.

En este rincón de serenidad y calma, alguien encuentra un motivo para regresar, un anhelo de revivir momentos de felicidad. Las personas impulsadas por recuerdos y emociones que parecían perdidos en el tiempo, se encuentran de nuevo ante las puertas de la Iglesia de San Pablo en busca de consuelo y la oportunidad de reencontrarse con la alegría que alguna vez llenó su corazón.

Las bancas de madera, que han acogido a generaciones de fieles, ahora esperan con paciencia el regreso de muchas almas deseosas de reavivar las llamas de la felicidad. Las velas encendidas, con sus destellos suaves y cálidos, parecen saludar al viajero que busca la luz en medio de la oscuridad emocional. Las figuras de los santos en el altar, parecen sonreír con comprensión, listas para ofrecer su guía y apoyo.

El reencuentro con la iglesia de San Pablo es también un reencuentro con la comunidad, con las voces y risas que llenan el aire. Los lazos que se forman aquí, entre las personas y lo sagrado, dan testimonio de la profunda conexión humana y espiritual. Los abrazos cálidos y las palabras de aliento que fluyen en este espacio sagrado reflejan la capacidad de la comunidad para brindar esperanza y alegría en tiempos de necesidad. Aquí, se aprende que la felicidad no solo es un recuerdo, sino una experiencia continua que podemos revivir al conectarnos con lo que realmente importa: el amor, la comunidad y la espiritualidad. Este lugar de serenidad y trascendencia permite a aquellos que lo visitan encontrar un sentido renovado de alegría y propósito.

viernes, 11 de agosto de 2023

EL DÍA QUE EL PUEBLO SE QUEDÓ VACÍO

Imagen Creator 2023

En un pueblo llamado Esperanza, localizado en la región Caribe de Colombia, durante muchos años, sus habitantes habían vivido en armonía, cuidando de su comunidad y apoyándose mutuamente en tiempos de necesidad. Sin embargo, desde hace algunos lustros, la sombra de la corrupción política había oscurecido la tranquilidad de Esperanza. 

Se acercaba el día de las elecciones para elegir alcalde y los candidatos que se postulaban sólo ofrecían desesperanza, eran conocidos por su deshonestidad y promesas vacías. La comunidad estaba cansada de los mismos políticos corruptos que solo buscaban su propio beneficio; de la noche a la mañana les aparecieron fincas con ganado de raza y camionetas de alta gama, olvidando las necesidades de su pueblo.

Un día antes de las elecciones, un rumor se propagó rápidamente por todo el pueblo. Se decía que algunos de los candidatos estuvieron involucrados en varios escándalos de corrupción y que, además, habían ideado planes para desviar fondos públicos destinados a proyectos comunitarios hacia sus propias cuentas bancarias.

La gente de Esperanza estaba indignada y decepcionada, no podían soportar la idea de seguir siendo gobernados por políticos deshonestos y egoístas. Después de una intensa discusión en la plaza del pueblo y en todas las esquinas de los barrios, tomaron una decisión valiente: emprenderían una caminata colectiva hacia el pueblo vecino, llamado Libertad, en busca de un nuevo comienzo y una verdadera esperanza para su futuro.

Al amanecer del día de las elecciones, los habitantes de Esperanza se congregaron en la carretera, vestidos con sus mejores ropas y portando pancartas que decían "No más corrupción" y "Queremos un cambio real", iniciaron su marcha hacia Libertad.

Imagen Creator 2023
La caminata fue un acto de resistencia, resiliencia y solidaridad. Personas de todas las edades, desde ancianos hasta niños, caminaban juntas por la carretera, hablando sobre sus sueños para el futuro y compartiendo historias de cómo habían sido afectados por la corrupción. Había un sentimiento de unidad y determinación en el aire y, todos estaban decididos a no rendirse hasta encontrar una solución.

La noticia de la caminata llegó a los medios de comunicación de todo el mundo y de todas las redes sociales, se convirtió en un símbolo de la lucha contra la corrupción en todo el país. Los campesinos también se unieron en apoyo de los caminantes, ofreciéndoles agua y comida mientras pasaban por sus tierras.

Después de varios días de caminar, finalmente llegaron a Libertad. Los habitantes de este pueblo vecino los recibieron con los brazos abiertos y les ofrecieron alojamiento y comida. Otros pueblos y ciudades comenzaron a seguir el ejemplo de Esperanza y se unieron para luchar contra la corrupción en sus propias comunidades.

La valiente caminata de Esperanza a Libertad se convirtió en una leyenda, recordando a las futuras generaciones que cuando la corrupción y la injusticia prevalecen, la unión y la determinación del pueblo pueden cambiar el curso de la historia.